Una alimentación balanceada nos proporciona los nutrientes necesarios para el funcionamiento óptimo del organismo. Incluye una variedad de alimentos de diferentes grupos, como frutas, verduras, granos enteros, proteínas magras y lácteos bajos en grasa. Estos alimentos nos brindan vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes que fortalecen nuestro sistema inmunológico y nos protegen de enfermedades crónicas como la diabetes, enfermedades cardíacas y ciertos tipos de cáncer.
Además, una alimentación balanceada nos ayuda a mantener un peso saludable. Consumir alimentos ricos en nutrientes y controlar las porciones contribuye a evitar el sobrepeso y la obesidad, factores de riesgo para diversas enfermedades. También promueve la salud cardiovascular al regular los niveles de colesterol y presión arterial.
Es importante destacar la importancia de reducir el consumo de alimentos procesados, altos en azúcares añadidos, grasas saturadas y sodio. Estos alimentos están asociados con un mayor riesgo de obesidad y enfermedades crónicas. En cambio, debemos optar por alimentos frescos y naturales, cocinar en casa y leer las etiquetas de los productos para tomar decisiones informadas sobre nuestra alimentación.
Referencias:
Harvard T.H. Chan School of Public Health. The Nutrition Source.
World Health Organization. Healthy Diet.